Por: Prof. Judith Ruiz
Docente de CRA
(Fotos/Lcda. Judith Ruiz)Fortaleciendo valores religiosos, la escuela realizó el Viacrucis, como antesala a la Semana Santa, el pasado viernes 18 de marzo en la mañana. Personal directivo, docente, administrativo, obrero, madres elaboradoras, niños, niñas y representantes participaron en las catorce (IV) estaciones de los últimos días de nuestro Señor Jesucristo. La actividad se llevó a cabo en el patio central, donde se escenificaron cada una de las estaciones por parte de los niños y niñas de los diferentes grados.
Mira el videoclip (Grabado por el Prof. Daniel Jaimes)
I ESTACIÓN: JESÚS SENTENCIADO A MUERTE
II ESTACIÓN: JESÚS CARGANDO LA CRUZ
Te adoramos, Señor, y te
bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Que yo comprenda,
Señor, el valor de la cruz, de mis pequeñas cruces de cada día, de mis
achaques, de mis dolencias, de mi soledad. Dame convertir en ofrenda amorosa,
en reparación por mi vida y en apostolado por mis hermanos, mi cruz de cada
día. Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.
III ESTACIÓN: JESÚS CAE, POR PRIMERA VEZ, BAJO EL PESO DE LA CRUZ
Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Tú caes, Señor, para redimirme. Para ayudarme a levantarme en mis caídas diarias, cuando después de haberme propuesto ser fiel, vuelvo a reincidir en mis defectos cotidianos. ¡Ayúdame a levantarme siempre y a seguir mi camino hacia Ti! Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.
Te adoramos, Señor, y te bendecimos,
porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Haz Señor, que me encuentre al
lado de tu Madre en todos los momentos de mi vida. Con ella, apoyándome en su
cariño maternal, tengo la seguridad de llegar a Ti en el último día de mi
existencia. ¡Ayúdame Madre! Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.
V ESTACIÓN: EL CIRINEO AYUDA AL SEÑOR A LLEVAR LA CRUZ
Te adoramos, Señor, y te
bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Cada uno de nosotros
tenemos nuestra vocación, hemos venido al mundo para algo concreto, para
realizarnos de una manera particular. ¿Cuál es la mía y cómo la llevo a cabo? Pero
hay algo, Señor, que es misión mía y de todos: la de ser Cirineo de los demás,
la de ayudar a todos. ¿Cómo llevo adelante la realización de mi misión de
Cirineo? Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.
VI ESTACIÓN: LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS
Te adoramos, Señor, y te
bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Es la mujer valiente,
decidida, que se acerca a Ti cuando todos te abandonan. Yo, Señor, te abandono
cuando me dejo llevar por el "qué dirán", del respeto humano, cuando
no me atrevo a defender al prójimo ausente, cuando no me atrevo a replicar una
broma que ridiculiza a los que tratan de acercarse a Ti. Y en tantas otras
ocasiones. Ayúdame a no dejarme llevar por el respeto humano, por el "qué
dirán". Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí
VII ESTACIÓN: SEGUNDA CAÍDA EN EL CAMINO DE LA CRUZ
Te adoramos, Señor, y te
bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Caes, Señor, por
segunda vez. El Via Crucis nos señala tres caídas en tu caminar hacia el
Calvario. Tal vez fueran más. Caes delante de todos... ¿Cuándo aprenderé yo a
no temer el quedar mal ante los demás, por un error, por una equivocación?.
¿Cuándo aprenderé que también eso se puede convertir en ofrenda? Señor, pequé,
ten piedad y misericordia de mí.
VIII ESTACIÓN: JESÚS CONSUELA A LAS HIJAS DE JERUSALÉN
Te adoramos, Señor, y te
bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Muchas veces, tendría
yo que analizar la causa de mis lágrimas. Al menos, de mis pesares, de mis
preocupaciones. Tal vez hay en ellos un fondo de orgullo, de amor propio mal
entendido, de egoísmo, de envidia. Debería llorar por mi falta de
correspondencia a tus innumerables beneficios de cada día, que me manifiestan,
Señor, cuánto me quieres. Dame profunda gratitud y correspondencia a tu
misericordia. Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.
IX ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ
Te adoramos, Señor, y te
bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Tercera caída. Más
cerca de la Cruz. Más agotado, más falto de fuerzas. Caes desfallecido, Señor. Yo
digo que me pesan los años, que no soy el de antes, que me siento incapaz. Dame,
Señor, imitarte en esta tercera caída y haz que mi desfallecimiento sea
beneficioso para otros, porque te lo doy a Ti para ellos. Señor, pequé, ten piedad y misericordia de
mí.
Te adoramos, Señor, y te
bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Arrancan tus
vestiduras, adheridas a Ti por la sangre de tus heridas. A infinita distancia
de tu dolor, yo he sentido, a veces, cómo algo se arrancaba dolorosamente de mí
por la pérdida de mis seres queridos. Que yo sepa ofrecerte el recuerdo de las
separaciones que me desgarraron, uniéndome a tu pasión y esforzándome en
consolar a los que sufren, huyendo de mi propio egoísmo. Señor, pequé, ten
piedad y misericordia de mí.
XI ESTACIÓN: JESÚS CLAVADO EN LA CRUZ
Te adoramos, Señor, y te
bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Señor, que yo
disminuya mis limitaciones con mi esfuerzo y así pueda ayudar a mis hermanos. Y
que cuando mi esfuerzo no consiga disminuirlas, me esfuerce en ofrecértelas
también por ellos. Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.
Te adoramos, Señor, y te
bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Te adoro, mi Señor,
muerto en la Cruz por Salvarme. Te adoro y beso tus llagas, las heridas de los
clavos, la lanzada del costado... ¡Gracias, Señor, gracias! Has muerto por
salvarme, por salvarnos. Dame responder a tu amor con amor, cumplir tu
Voluntad, trabajar por mi salvación, ayudado de tu gracia. Y dame trabajar con
ahínco por la salvación de mis hermanos. Señor, pequé, ten piedad y
misericordia de mí.
XIII ESTACIÓN: JESÚS EN BRAZOS DE SU MADRE
Te adoramos, Señor, y te
bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Déjame estar a tu
lado, Madre, especialmente en estos momentos de tu dolor incomparable. Déjame
estar a tu lado. Más te pido: que hoy y siempre me tengas cerca de Ti y te
compadezcas de mí. ¡Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía! Señor, pequé,
ten piedad y misericordia de mí.
XIV ESTACIÓN: EL CADÁVER DE JESÚS PUESTO EN EL SEPULCRO
Te adoramos, Señor, y te
bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Todo ha terminado.
Pero no: después de la muerte, la Resurrección. Enséñame a ver lo transitorio y
pasajero, a la luz de lo que perdura. Y que esa luz ilumine todos mis actos.
Así sea. Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.
JESÚS RESUCITÓ Y VIVE EN CADA UNO DE NOSOTROS |